AUNQUE NO TE IMPORTE SABER...
2 participantes
Página 1 de 1.
AUNQUE NO TE IMPORTE SABER...
Siempre, aunque no te importara saberlo, estás en mis oraciones al saludarme la luz de un nuevo día. Les pido a Dios y a la Virgen, porque donde quiera que estés te cuiden, te bendigan y guarden tu alma y tu vida.
¡Qué lejos vives de mi existencia! pero qué cerca estás de mi alma y qué profundo te encuentras en mi corazón. Me pregunto qué harás en este momento, si duermes aún o si te has marchado con los primeros rayos del sol. Si aún guardas la costumbre de rezar y hablar con Dios.
Cae otra tarde sobre la ciudad, el cielo se ha puesto gris, como si quisiera estar a tono con mi manera de sentir. El viento, apenas mueve perezosamente a la vieja acacia, que frente a mi ventana, parece ser mi única compañía.
No quisiera pensarte, pero es casi imposible, si mi vida entera, está impregnada de tí de forma permanente, como la antañona roca, que jamás se seca porque el beso constante del mar, la baña una y otra vez.
Así se baña mi vida del beso perenne de tu recuerdo, y cada mañana con otro despertar, se renueva este amor, como fuente inagotable dentro de mi corazón.
Llega otra noche, cabalgando sobre la luna, que a través de la ventana, contempla mi soledad. Ella es la mensajera entre tus sueños y mis desvelos. A ella le pregunto por tí, y qué haces en ese momento. A veces me dice que duermes, otras que caminas solitario por tu casa, o que lees un poema. O en ocasiones me dice, opacando su luz de pena, que en ese momento, entibias el lecho de alguien, que acaricia tu espalda, mientras tú le unjes el cuerpo de besos...
Otras veces me dice que estás triste y que lloras, o que vagas por tu jardín mientras ella te acompaña. A veces, especialmente en noches de lluvia, la extraño, porque no puede hablarme de tí. Pese a que la busco en el cielo. Las nubes celosas de nuestra complicidad, la esconden entre negros copos, que la mantienen cautiva. Entonces, te hablo desde el silencio de mi alma y repito tu nombre como una oración que se reza con la más ascendrada fé.
Si alguna vez, escuchas en el la paz de la noche un eco lejano, soy yo que te llamo, soy yo que te añoro y quisiera en ese instante perderme entre tus brazos...
(Geraldina Lagos)
Página 1 de 1.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.
|
|